La estación de Apocalypse Now no es una que se deba tomar a la ligera. Llena de accidentes, violencia y muertes, es una que si fuera por mà no visitarÃa jamás. Todo maquinista tiene este tipos de paradas, malditas horrorosas, donde nacen sus pesadillas, pero el deber llama y el contrato esta firmado. Asà que sin mucho preámbulo, os cuento de qué va este rodaje...
Desde un inicio, Apocalypse Now apuntaba maneras a ser un rodaje problemático. Debido al escaso presupuesto y poco equipo por filmar en el sudeste asiático, la pelÃcula y el guion fueron archivados y guardados hasta que Francis Ford Coppola, rescató la idea y tomó las riendas del rodaje, sin prever la oscuridad que este traÃa consigo.
Avecinaba un desastre, no solo por la situación de los actores, sino por el clima y las tragedias ocurridas detrás de cámaras. Filipinas pareciendo dar un sinfÃn de imprevistos.
Hubo varios problemas que causaron retrasos en la producción de casi un año y como consecuencia la superación del presupuesto de varios millones de dólares. Por lo que decir que el rodaje fue caótico es poco, el set estaba plagado de cadáveres reales, habÃa un tigre suelto dentro de un avión, hubo un incendio que consumió el galpón con los equipos y un huracán arrasó con todo el set. Es sorprendente que alguien haya podido mantener la cordura en medio de lo que parecÃa ser un infierno. Tal fue el caos que el director pensó suicidarse tres veces y un intérprete pidió que le provean 25 gramos de cocaÃna para poder atravesar las semanas tan pesadas de rodaje, para muchos considerado uno de los más traumáticos de la historia.
El equipo de casting pretendió contratar a Steve McQueen para el papel del protagonista. Sin embargo, por el tiempo de rodaje Steve optó por el rol de Kurtz, aunque al final también rechazó este papel. El papel del protagonista estaba vacÃo y parecÃa que nadie querÃa tomarlo, como si estuviera maldito. Múltiples candidatos se emocionaban al leer el guion, pero desistÃan al enterarse que tendrÃan que pasar cinco meses en Filipinas. Entre ellos, actores como Al Pacino, Jack Nicholson y Robert Redford rechazaron el papel.
Pero a diferencia de dentro de la VÃa muerta para Coppola el tiempo no espera, las agujas seguÃan moviéndose y todavÃa no habÃa protagonista. Tras un casting, escogió a Harvey Keitel, un actor desconocido apropiado del todo... pero estaba disponible. Aunque la relación no duró mucho ya que al mes fue despedido. ParecÃa que todo estaba perdido, hasta la llegada de Martin Sheen. Pero los problemas no terminaron aquÃ.
A las pocas semanas de comenzar a filmar, el actor sufrió un infarto debido a un ataque epiléptico que paralizó a la producción durante dos meses, para luego reintegrarse con el elenco. Todo parecÃa ir bien… pero las dificultades regresaron.
Dennis Hopper se drogaba y emborrachaba y para aceptar actuar exigió a la producción 25 gramos de cocaÃna. Su conducta no era disruptiva, pero Marlon Brando se negaba a cruzarse con él, por lo que se debió filmar en jornadas de rodaje diferentes. El rodaje estuvo lleno de drogas, fiestas y excesos. Se dice que Robert Duvall, quien interpretaba al soldado surfer pasó el rodaje alucinando por efectos del ácido que consumÃa.
Pero los actores no fueron el único problema, el clima en Filipinas no fue nada amistoso con los norteamericanos. Un tifón destruyó los decorados que llevaron varios meses en construir, en unas pocas horas. Otro retraso… En una escena las fuerzas norteamericanas lanzaban Napalm desde el aire, pero los vientos cambiaron y propagaron el fuego hacia los galpones donde se encontraban los equipos de rodaje y rollos de pelÃcula… No hay por donde salvarlo.
El ambiente infernal de la pelÃcula no se lo debemos únicamente a un guion, el realismo que transmite viene ya marcado desde el mismo rodaje. El sentimiento pútrido, la peste y la decadencia que vemos en pantalla era algo que el equipo vivÃa dÃa a dÃa. La muerte los rodeaba. Es que el equipo técnico y de artes decidió robar cadáveres de un cementerio para una escena en la que un avión debÃa tener a estos colgando. El olor fue expandiéndose poco a poco y al preguntar, el jefe de utilerÃa explicó que Coppola escribió en el guión que debÃa haber un montón de cuerpos colgando, no muñecos. l problema se dio a conocer y la policÃa filipina tomó el set, tomó declaraciones del equipo y detuvo a algunos técnicos ya que estos cadáveres habÃan desaparecido de un cementerio cercano.
Esta es solo una parte de la multitud de problemas del rodaje, que causaron una acumulación de deudas que llevaron a Coppola a la locura, lo que lo llevó a sus pensamientos suicidas mencionados previamente. Sin embargo, a pesar de todo esto, Apocalypse Now triunfó y Coppola obtuvo su obra maestra, pero ¿a qué precio?
Por fin, el tren está a punto de partir de nuevo, os dejo un tiempo a que proceséis todo esto, yo definitivamente lo necesitaré.
- Vuestro maquinista.
Fuentes: