top of page

Estación: Mago de Oz (1939)

Updated: Feb 27, 2023



Recuerdo el momento que llegué por primera vez a esta estación, también fue mi primera parada. Casi instantáneamente fui sorprendido por el caos, los descuidos y el desorden de una película que antes recordaba como mágica.


Ahora, dudo poder decir lo mismo, si tuviera que referirme a ella con ese término, tendría que llamarlo a brujería, maldita, horrorosa. El sólo pensar sobre lo que tuvieron que vivir los actores, los abusos, el ambiente en set, los incidentes…No volvería allí ni loco, pero el deber manda, y esta será tu primera parada.


Nos ubicamos en 1939, dos semanas antes de la invasión a Polonia. Va a empezar un rodaje que pasará de mano a mano de múltiples directores, y cuyos descuidos en set tuvieron grandes consecuencias.


Empezaré por Judy Garland, o como probablemente la conoceréis: Dorothy. La pobre chica no podía casi respirar por el corsé que la asfixiaba en un intento de hacerla pasar por una chica de 12 años. Además, era acosada sexualmente y espiada por su estudio quienes también, junto a su madre la obligaban a tomar pastillas para que pudiera soportar las jornadas de trabajo de más de 12 horas.


Los horrores no acaban aquí, más bien, aquí empieza una lista de accidentes que dejaron hospitalizados a bastantes de los miembros principales del cast. El primero, uno que quizás quien lea esta bitácora no conozca ya que abandonó la película: Buddy Ebsen, o el primer Hombre de Hojalata que solo apareció en las fotos, ya que dimitió tras ser hospitalizado en estado crítico por una intoxicación debida al polvo de aluminio utilizado para su maquillaje.


Puedo nombrar pocas películas que hayan tenido tantos problemas caracterizando a sus personajes como esta. Además de Ebsen, Margaret Hamilton, la icónica Bruja Mala del Oeste, también fue hospitalizada por seis semanas tras recibir quemaduras graves debido a la grasa utilizada en su maquillaje. Traumada, la pobre se rehusó a actuar en la escena de Munchkinland, y se tuvo que encontrar un doble, quien también fue hospitalizada tras un accidente con el mecanismo de la escoba voladora.


El rodaje era inhumano, largas horas de trabajo, de 4:00 a 20:00 y sin poder comer más que líquidos debido a la incomodidad causada por los trajes, parecía un infierno, se sentía como uno. Las temperaturas del estudio de grabaciones podían llegar a los 40ºC, agraviando a todo el que estaba ahí, aparte recuerdo el olor a sudor que no se iba no importara cuanto lavaran los trajes tras las grabaciones. El peor de todos siendo el de León, cuyo traje estaba hecho con piel verdadera llegando a pesar los 40 kilos.



Me temo que no sería un rodaje maldito sin muertes, y es que el “huevo de pascua” que conocemos no fue una simple broma, como cualquier pasajero novato de este tren puede creer, pero un hombre que se ahorcó de verdad. Nunca supe si fue un asistente de producción o uno de los enanos o Munchkins, pero ¿me culpáis por no querer involucrarme demasiado?


Llamadme cobarde, supersticioso, pero tras haber visto lo que yo, podrán entender mi postura. Bueno, es hora de partir de nuevo, después de todo la Vía muerta no espera. ¿Os subiréis a la siguiente parada?

Yo ya me voy,

Vuestro Maquinista.



Fuentes:

Recent Posts

See All
bottom of page