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Estación: Man on the Moon (1999)



Escribo tras llegar a la siguiente estación: Man on the Moon (1999). Sé que el que lea esta bitácora puede sorprenderse por el salto temporal, pero la Vía muerta, no sigue ninguna ley, es libre. Nosotros los maquinistas sabemos esto con claridad, y cualquiera que intente alterar su camino tendrá que atenerse a las consecuencias.



Aquí, saltamos directamente a la psique de un actor que perdió tanto su sentido de ser como el de realidad: Jim Carrey. El actor, que estaba llegando a un momento de esplendor, tomó la oportunidad de interpretar a uno de sus ídolos y grandes fuentes de inspiración, Andy Kaufman, sin saber las consecuencias que esto tendría en su vida. Para interpretar el papel, Jim empezó a vivir y hablar como Andy, sin aceptar que lo llamaran con cualquier otro nombre más que el de su rol. Llegó hasta el extremo de adaptar el alter ego: Tony Clifton, pidiendo dos caravanas en el rodaje, una para Andy y otra para Tony. Poco a poco, Jim desaparecía, tanto en aspecto, como en alma.



Yo también fui ingenuo como para pensar que esto pararía con la finalización del rodaje, pero la sombra de Andy siguió acompañando a Jim en todo momento. No es sorpresa que el actor tuviera que recibir ayuda profesional para no caer en la locura. Debido a ello, tuvo que lidiar con problemas de depresión, mientras trataba de reencontrar su alma pérdida.


Adentrarme en este rodaje es algo que nunca me ha gustado, por lo que pararé aquí, pero recuerden la Vía muerta nunca para y pronto saldrá el tren a la siguiente estación. Habrá paradas de por medio por las que no me meteré demasiado. Os espero en la siguiente parada, si estáis dispuestos.

Vuestro maquinista


Fuentes:

Documental: Jim y Andy, 2017 [Netflix]


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